Durante 2024 el trabajo a distancia dejó de ser una “opción pandémica” para consolidarse como un pilar estable de la competitividad empresarial. La Encuesta de Población Activa revela que ya trabajan en remoto —de forma habitual u ocasional— el 14,4 % de los ocupados españoles, más de 3 millones de personas, y el porcentaje vuelve a crecer tras dos años de estancamiento.
Cuando comenzamos a trabajar en remoto, nunca imaginamos que una crisis global convertiría esta modalidad en una norma. Penetrar en el mercado llevó tiempo y un profundo entendimiento de los nuevos desafíos que surgieron con esta transformación.
A escala empresarial, el 37 % de las compañías con sede en España ofrece algún grado de trabajo remoto y la cifra asciende al 80 % entre las grandes organizaciones. Fuente: “Radiografia del trabajo en españa”, 2024. Infojobs
La UE, por su parte, se mueve en una horquilla más amplia (9 % de teletrabajo “habitual” y hasta un 24 % cuando se incluyen los formatos híbridos) que sitúa a España en mitad de la tabla europea.
En este contexto, tres ejes concentrarán la evolución del talento remoto para lo que resta del 2025.
2. Fronteras líquidas y guerra global por el talento
Las barreras geográficas han dejado de ser un límite: en un mercado laboral cada vez más líquido y dinámico, las empresas acceden hoy a profesionales de cualquier parte del mundo de forma ágil y sencilla, sin las complicaciones tradicionales de abrir nuevas filiales o establecer estructuras locales.
En el mercado español las empresas cada vez más incluyen en sus estructuras profesionales remotos. InfoJobs registró 232.848 vacantes con opción de teletrabajo entre enero y agosto de 2024 —un 14 % del total— y uno de cada cuatro ocupados ya trabaja a distancia.
Hacia fuera, las empresas en España aprovechan el acceso a talento remoto de América Latina: profesionales altamente capacitados, culturalmente alineados y con husos horarios compatibles que impulsan la productividad y enriquecen los equipos con diversidad de perspectivas y habilidades.
Esta integración no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también fomenta entornos más inclusivos y adaptables, factores clave para competir en mercados globales cada vez más dinámicos.
La contratación de perfiles se está desplazando hacia nichos muy específicos. LinkedIn observa un pico de ofertas remote-first en IA, ciberseguridad, cloud y data: puestos que suelen nacer distribuidos y que las compañías cubren con contratos internacionales desde el primer día.
Para 2025, liderar en este nuevo escenario requerirá políticas culturales que aseguren la integración real entre equipos, sin importar si colaboran en la misma zona horaria o a 10.000 kilómetros de distancia.
3. IA generativa, productividad y bienestar digital
En lugar de debilitar la cohesión, el trabajo distribuido demuestra una creciente solidez y dinamismo: el 48 % de los profesionales remotos dice sentirse más energizado que hace un año y el 75 % afirma que sigue conectado a su equipo pese a la dispersión horaria. (Fuente: Owl Labs)
La palanca que dispara la siguiente ola es la IA. Según un estudio de Deel-YouGov, el 46 % de los líderes de RR. HH. afirma que la IA ya ha mejorado su capacidad analítica, un 35 % la usa para learning & development, un 32 % para gestión de desempeño y un 28 % para onboarding. En este sentido, el estudio señala, que el 86 % de los empleados considera que los algoritmos pueden ofrecer un feedback más justo que sus jefes humanos. Algo en lo que definitivamente, debemos poner atención.
En este sentido, en We Are TIMS estamos convencidos de que el verdadero diferencial no es sólo adoptar la IA, sino aprender a dominarla. Por eso, centramos nuestros esfuerzos en formar a nuestros profesionales remotos en habilidades clave: cómo pedir, gestionar, intercambiar y nutrir ideas con la IA.
Hemos comprobado que, cuando nuestros profesionales aprenden a dirigir esta tecnología de forma estratégica, los equipos que ofrecemos a nuestros clientes marcan la diferencia en rendimiento y creatividad dentro de entornos distribuidos. Esta estrategia no solo optimiza el desempeño, sino que también se alinea con una percepción creciente de eficiencia: el 52 % de los managers afirma que el trabajo remoto incrementa la productividad, y el 82 % de los trabajadores considera el trabajo a distancia como ‘el futuro’, un nuevo modelo de trabajo.
Todo parece indicar que en 2025 triunfarán las organizaciones que combinen métricas de IA con equipos humanos: algoritmos para detectar picos de carga y sesiones sincrónicas pensadas para reforzar lazos; cuadros de mando que midan resultados, no presencia, y políticas de desconexión que favorezcan la sostenibilidad personal del talento global.